"Papito lindo te queremos" (gracias por la hinchada...)

Cuando empecé este blog quería hablar de mis experiencias de ser padre, de ser viejo, de que tus hijos te digan viejo. Pero ellos me tratan con mucho respeto (aun) “papito lindo” me dicen, “te queremos…”; trato de ser un buen padre, trato de no renegar, ni gritar, ni exaltarme, ni de llamarles la atención feo y sobre todo que entiendan lo que es la responsabilidad, la madurez el respeto y otros valores que perduren en su educación.

La verdad que un papá no debería renegar nunca ni utilizar la correa ni el chicote ni mucho menos gritar hecho un desaforado. Un papá debe ponerse en los zapatos de su crío y entender porqué hizo tal o cual travesura como regalar los bionicles que uno nunca tuvo y costó su esfuerzo regalar al diablillo de marras. O por qué cambió el puntero láser del trabajo por una tarjeta de crédito vencida. O entender por que su hijita de 4 años utiliza palabras de grueso calibre como P-U-T-A…jajajaja ejem!...en fin…

Lo que más me frustra de esta vocación (largo largo viaje...) es cuando la pequeñita hace berrinches, pataletas y se pone insufrible. No entiende “por las buenas” y entonces hay que ponerse fuerte y usar medios intimidantes, uy, por qué será tan caprichosita mi princesita. Debo ser un mal “psicólogo” o me faltan recursos o no quiero ceder…es que todos los papas nos dejamos manipular por nuestras hijitas y será esto hasta cuando cumplan 18, 19? No quiero saber…