Un diario de vacaciones ( 3ra parte )
Entre Trujillo y Chiclayo pueden haber muchas cosas como no puede haber nada. Me explico, al salir de Trujillo uno llega a Paiján donde se encuentra el ingreso a Pto. Chicama o mejor conocido como Malabrigo. Me dicen que hay una carretera de trocha de unos 40 minutos y si no vas a correr olas no vale arriesgarse ingresar. También pasas por Guadalupe, tierra de reinas de belleza, pero ni una pude ver.
Párrafo aparte para Pimentel. Nota desaprobatoria para el alcalde. Sucia la playa, apestoso el muelle, cagado el malecón (con caca de perro) con kioskos de comida en la arena, literalmente megakioskos, mucha decepción, pena por la gentita surfera de Pimentel que me cayó muy bien.
Al dia siguiente partiamos para Piura a conocer Colán, Mancora, Vichayito, Órganos y la famosa Cabo Blanco...
También pasas por Pacasmayo, con su tradicional muelle, y San Pedro de Lloc pero poco han hecho sus autoridades para hacerlos atractivos. Sorry, mis amigos de estos lugares pero ni sus autoridades ni la cementera han hecho nada por el turismo.
Esta vez no pude entrar a Zaña ni a Pto. Eten pero quedan también para el proximo viaje. Llegar a Chiclayo puede ser un poco confuso pero es el mejor sitio para comer en el norte. Lo firmo. Con una variedad de platos que sólo Arequipa le hace la competencia. La verdad que se come muy rico y muy contundente. Ahi me quedé dos días y espero volver. Nos dimos con la sorpresa que habían inaugurado un Real Plaza con cines y todo lo que uno encontraría en Larco Mar. A la firme. Restauranes para conocer en Chiclayo: Sabores Peruanos y Los Patos y el restauran del Hotel Gloria. Por supuesto su paso obligatorio por la fábrica de dulces San Roque donde puede llevarse kinkong, bolicocos, chocotejas, galletas de yema.
Y por supuesto parada obligatoria en el Museo del Señor de Sipán, un orgullo como peruanos, casi igual que conocer Machu Picchu. Eso sí no se puede tomar fotos y mejor pagar 20 luquitas para el guía oficial. La ciudad de Lambayeque es un sitio muy apacible también con una bonita plaza de armas, a sólo 15 minutos de Chiclayo.
Párrafo aparte para Pimentel. Nota desaprobatoria para el alcalde. Sucia la playa, apestoso el muelle, cagado el malecón (con caca de perro) con kioskos de comida en la arena, literalmente megakioskos, mucha decepción, pena por la gentita surfera de Pimentel que me cayó muy bien.
Al dia siguiente partiamos para Piura a conocer Colán, Mancora, Vichayito, Órganos y la famosa Cabo Blanco...
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